jueves, 25 de diciembre de 2008

FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO 2009 A TODOS!!!

Ya amaneció y estamos en el 25 de Diciembre, la Navidad en pleno, despierto recién al medio día pues ayer hasta altas horas de la madrugada estuve despierto, tradición familiar era el esperar despierto la noche buena, recibí una llamada a la 1 y 50 AM, de un cliente y amigo, contesté y sólo me dijo Feliz Navidad, me sentí tan afortunado pues a lo largo de la noche había recibo numerosos saludos, el celular era una buena herramienta para estos fines, sin embargo llamó mi atención este último, mi amigo estaba separado de su esposa y por ende de su familia, al saludarme me dice que si la Navidad era para estar en familia, porque él estaba sólo en su casa y sin su familia, me pongo a reflexionar en un solo segundo y de repente me doy cuenta que mi situación no era tan diferente pues yo estaba en un taxi rumbo a mi departamento a descansar, me di cuenta que nadie me esperaba, un frío cortante inundaba mi corazón, ¿cómo había llegado a esto?. La respuesta era tan sencilla: días antes había terminado de arruinar una linda y muy prometedora relación y mi ex pareja, a pesar de haberme llamado a la media noche para saludarme por fiestas, pocas o nulas ganas tenía ya de verme.

Traté de entender en ese momento a mi amigo, le correspondo en el saludo y le digo que tenga fuerzas, que todo cambiará, que no está sólo en su casa, Jesús esta a tu lado estimado, el te acompaña ahora, dicho esto nos despedimos y sigo mi camino hasta llegar a descansar a mi departamento mientras un acogedor e inusual sueño me embarga privándome de la tristeza que mi corazón que ya empezaba a sentir por estar alejado de la persona a la cual amaba mucho.

De repente me levanto y veo la hora, son las 10 de la noche del 24 de diciembre, que raro pensé, me veo en el espejo y soy algo mayor, 39 años promedio y vestido elegantemente, trato de hacer memoria que me pasó pero nada de repente recuerdo que tengo esposa e hijos, bueno me digo a mi mismo, raro me siento pero es noche buena tengo que comprar algo para la familia, llamo a mi esposa para preguntarle como está y me contesta un señor de nombre Raúl, me pasa con ella, mientras me repregunto quien es el, me contesta ella y le pregunto eso mismo, me responde: ¿No recuerdas nada? – No, le replico – estamos separados hace 1 año, tuvimos muchas discusiones y al final me dijiste que estabas enamorado de otra que era algo menor que yo, me quedo pasmado helado y aturdido, en que andaba pensando ¿cómo había pasado esto?

La saludo y le digo que transmita ello a mis hijos y salgo a comprar algo. No tenía con quien compartir esa noche, ni familiares (recordé que estaban en otra ciudad de vacaciones), ni amigos, en suma me quedé solo. Son ya las 11 de la noche y regreso a mi departamento cuando de repente mi agotado espíritu navideño se despierta y decido tener mi propia cena navideña, encontré un restaurante abierto y mientras esperaba mi pollo a la plancha para llevar, me di cuenta que también había gente que no tenía prisa los días de Navidad, algo reconfortante. ya no me sentía tan sólo.

Sólo había un trabajador, era cocinero, mesero, cajero y administrador a la vez. Noté por sus facciones que también era un padre de familia, ¿cierras temprano hoy? Le pregunté - mientras empaquetaba mi pedido – no, hoy cierro hasta las 11 y 30 de la noche, me respondió, es algo tarde para llegar a cenar a casa no?, vivo solo así que prefiero trabajar le contesto. Más tarde vendrán unos amigos a cenar aquí con mi familia por si gusta quedarse me dijo, ¿habría sentido la nostalgia y tristeza de mi voz?

Pienso en su amable invitación, quizá sería mejor cenar con desconocidos que completamente solo, pero tal vez sea inoportuno pues querrían un momento más íntimo, termino por no aceptar y atino sólo a pagar la cuenta, no sin antes preguntarle el por qué me invitó, bueno – me responde - noté en su pedido que era para una persona que esta noche cenaría solo y su mirada también lo dice.

Me despedí con un fuerte apretón de manos y con un nudo en la garganta, recogí mi "cena" y me dirigí a descansar, ¡Feliz Navidad! Le dije, - ¡Igualmente! - Me respondió mientras salía del restaurante.

Esa noche después de cenar, escuché risas y algarabía de niños y adultos vecinos, tenía la dicha de vivir en un tercer piso y en los dos primeros departamentos vivían familias enteras. Mi mente voló hacia mi esposa e hijas y lloré. Lloré como un niño desamparado, totalmente solo mientras mi corazón recordaba a mi antigua pareja, aquella valerosa mujer que me había soportado tanto. Maldije mi carácter mi arrogancia tan escondida, intentaba aferrarme al amor de una mujer, sólo de una, de ella de mi ahora lejana pareja, no tenía ninguna excusa, nada podía justificar el estar lejos de ellas. Que soledad, hubiera sido preferible cenar con desconocidos.

De repente un gran alboroto en todo el edificio, es ya media noche, abrazos felicitaciones y yo sólo, ¿cómo es la vida no?, recuerdo un 24 de diciembre, mi ex esposa toda moderada y calmada salvó esa noche, pues yo llegué del trabajo cansado y de mal humor y mi hija había tomado unos documentos que tenía en mi escritorio, lo usó para hacer un sobre, lo cerró y me lo entregó cuando llegué, me contengo y abro la carta, no había absolutamente nada, estallo en cólera y le digo ¿Por qué hiciste esto?, arruinaste mis documentos y encima en el sobre no hay nada, me retiro de la sala y me voy al dormitorio totalmente amargo, mi esposa quien vio todo, consuela a mi hija y luego viene al dormitorio y me dice: no reniegues en vano, es navidad, sabes no pensé que esos papeles eran importantes para ti, nuestra hijo me entregó el sobre y me dijo: mami, mami pongamos aquí muchos besitos, abrazos y cariñitos para papá, hicimos eso y cerramos el sobre, lo siento no queríamos causarte un mal momento. De repente mi cólera se transforma en llanto y frustración, recién ahora me doy cuenta que eso era una señal, que si no cambiaba mi forma de ser, mi carácter, mi orgullo, iba a perder a quienes me amaban en ese momento, abrazo a mi esposa y corro en busca de mi hija quien todavía lloraba, la abrazo le pido perdón de todas las maneras que pudieran imaginar, que momentos aquellos, cuanto quisiera retroceder el tiempo.

Tocan la puerta y regreso al presente, nuevamente me veo sólo, eran mis vecinos, me desean feliz navidad, correspondo al saludo me invitan a cenar con ellos pero no acepto, ya quería estar sólo, me acuesto con lágrimas en los ojos y llamo por teléfono a mi ex esposa, le pido perdón, perdón por todo, por no respetar las promesas que le hice, ya es tarde, pero al menos quería que supiera que estaba arrepentido, le deseo lo mejor con su nueva vida, ella me responde - llorando - que me entiende, que no tiene una nueva vida, que aquel hombre que contestó era su tío, me dice que mis hijas y ella me extrañan, que siempre estarán ahí y que nunca me olvidarán, nos despedimos con un beso "telefónico", vuelvo a dormir.

Suena mi teléfono y despierto de improviso, me veo otra vez en el espejo y soy yo nuevamente, con mis 26 años y soltero sin familia propia, comprendo que todo fue un sueño, veo mi teléfono y es el número de mi amigo, si aquel que me llamó a la 1 y 50 am. Lo noto más alegre, cambiado, me dice gracias, justo cuando terminamos de hablar tocó mi puerta mis hijos y mi ex esposa, me vinieron a visitar y ahora estamos cenando por navidad, tenías razón Jesús siempre estuvo conmigo y me dio el valor de pedirles perdón por todas mis faltas y ahora me recompensa con toda mi familia a mi lado, gracias de verdad. No tengo respuesta, solo atino a decirle: felicidades amigo pásala bien y no desperdicies esta nueva oportunidad, en silencio pienso y me digo, como no hubo alguien que me dijera lo mismo a mí, pero bueno es tarde para reflexiones bizantinas.

Ya es medio día del 25 de diciembre, aprovecho estas líneas para desearles a todos una Feliz Navidad, y recordarles que valoren siempre lo que tienen en la vida, la familia, la pareja, los amigos, todo, uno nunca sabe hasta cuándo podrá tenerlos ahí cerca, yo por mi parte aquí en la soledad de mi habitación escribiendo este artículo, en una soledad indescriptible, trato de aferrarme a los buenos momentos que he tenido en mi vida, sólo con ellos logro sopesar la tristeza de mi corazón, nuevamente Feliz Navidad a todos y a las personas que alguna vez sufrieron mi arruinada forma de ser les pido perdón por todo, recién comprendo cosas que antes no quería ver.

Saludos a todos y cuídense mucho, si tienen alguien a quien pedirle perdón, aprovechen el día de hoy, llámenlos o visítenlos, el orgullo a veces hay que sacrificarlo, quizá para mí ya es tarde, para ustedes aun no, estoy seguro que sus vidas mejorarán y serán más felices, no olviden pedir perdón a Jesús también eh, si logran hacerlo y si les fue bien no duden en contármelo, escriban sus comentarios o envíenme algún mensaje.

FELIZ NAVIDAD A TODOS... EN ESPECIAL PARA TI QUE NO ESTAS A MI LADO…

Hoy quiero compartir una breve historia que hice hace unos años con la esperanza de que renueven mi corazón y pueda ayudarme a reencontrar el camino que extravié en el largo batallar de los días que me ha tocado vivir:

“Ya amaneció y estamos 24 de Diciembre, la Navidad en pleno, despierto recién al medio día pues ayer hasta altas horas de la madrugada estuve despierto, en mi casa tradición familiar era el esperar despierto la media noche, recibí una llamada a la 1 y 50 de la madrugada, de un cliente y amigo, contesté y me dijo Feliz Navidad, a lo largo de la noche había recibido numerosos saludos pero éste me resultó algo intrigante debido a que en su llamada no había la euforia y bullicio que en otras oportunidades sentí, mi amigo estaba separado de su esposa y por ende de su familia, al saludarme me dijo que si la Navidad era para estar en familia, porque él estaba sólo en su casa y sin su familia estaba melancólico y llegó a decirme que Jesús lo había abandonado hace ya tiempo. Me pongo a reflexionar y de repente me doy cuenta que mi situación no era tan diferente pues yo estaba en un taxi rumbo a mi departamento a descansar, me di cuenta que nadie me esperaba y que estaba solo, un frío cortante inundaba mi corazón, ¿cómo había llegado a esto? La respuesta era tan sencilla: tiempo atrás había terminado de arruinar una linda y muy prometedora relación y mi ex pareja, a pesar de haberme llamado a la media noche para saludarme por fiestas, pocas o nulas ganas tenía ya de verme.

Traté de entender en ese momento a mi amigo, le correspondo en el saludo y le digo que tenga fuerzas, que todo cambiará, que no está sólo en su casa, que Jesús está a su lado y que le acompaña ahora, dicho esto nos despedimos y sigo mi camino hasta llegar a descansar a mi departamento mientras un acogedor e inusual sueño me embarga privándome de la tristeza que mi corazón ya empezaba a sentir por estar completamente solo, ese extraño sueño lo compartiré ahora con ustedes:

De repente me levanto y veo la hora, son las 10 de la noche del 24 de diciembre, que raro pensé, me veo en el espejo y soy algo mayor, 39 años promedio y vestido elegantemente, trato de hacer memoria que me pasó pero nada de repente recuerdo que tengo esposa e hijos, bueno me digo a mi mismo, raro me siento pero es noche buena tengo que comprar algo para la familia, llamo a mi esposa para preguntarle como está y me contesta un señor de nombre Alfredo, me pasa con ella, mientras me repregunto quien es el, me contesta ella y le pregunto eso mismo, me responde: ¿No recuerdas nada? – No, le replico – estamos separados hace 1 año, tuvimos muchas discusiones y al final me dijiste que estabas enamorado de otra que era algo menor que yo, me quedo pasmado helado y aturdido, en que andaba pensando ¿cómo había pasado esto?

La saludo y le digo que transmita ello a mis hijos y salgo a comprar algo. No tenía con quien compartir esa noche, ni familiares (recordé que estaban en otra ciudad de vacaciones), ni amigos, en suma me quedé solo. Son ya las 11 de la noche y regreso a mi departamento cuando de repente mi agotado espíritu navideño se despierta y decido tener mi propia cena navideña, claro me dije no necesito a nadie para pasar una noche buena, así entonces encontré un restaurante abierto y mientras esperaba mi pollo a la plancha “para llevar”, me di cuenta que también había gente que no tenía prisa los días de Navidad, algo reconfortante, ya no me sentía tan sólo.

En aquel restaurante sólo había un trabajador, era cocinero, mesero, cajero y administrador a la vez. Noté por sus facciones que también era un padre de familia, ¿cierras temprano hoy? Le pregunté - mientras empaquetaba mi pedido – me respondió: no, hoy cierro hasta las 11 y 50 de la noche, y prosigue: ¿es algo tarde para llegar a cenar a casa no?, le respondo que vivo solo y que prefiero trabajar. A ello me replica: Más tarde vendrán unos amigos a cenar aquí con mi familia por si gusta quedarse, ¿habría sentido la nostalgia y tristeza de mi voz?.

Pienso en su amable invitación, quizá sería mejor cenar con desconocidos que completamente solo, pero tal vez sea inoportuno pues querrían un momento más íntimo, termino por no aceptar y atino sólo a pagar la cuenta, no sin antes preguntarle el por qué me invitó, bueno – me responde - noté en su pedido que era para una persona que esta noche cenaría solo y su mirada también lo dice.

Me despedí con un fuerte apretón de manos y con un nudo en la garganta, recogí mi "cena" y me dirigí a descansar, ¡Feliz Navidad! Le dije, - ¡Igualmente! - Me respondió mientras salía del restaurante.

Ya en mi departamento y después de cenar, escuché risas y algarabía de niños y adultos vecinos, tenía la dicha de vivir en un tercer piso y en los dos primeros departamentos vivían familias enteras. 

Mi mente voló hacia mi esposa e hijas y lloré. Lloré como un niño desamparado, totalmente solo mientras mi corazón recordaba a mi antigua pareja, aquella valerosa mujer que me había soportado tanto. Maldije mi carácter, mi arrogancia tan escondida, intentaba aferrarme al amor de una mujer, sólo de una, de ella de mí ahora lejana pareja, no tenía ninguna excusa, nada podía justificar el estar lejos de ellas. Que soledad, hubiera sido preferible cenar con desconocidos.

De repente un gran alboroto en todo el edificio, es ya media noche, abrazos felicitaciones y yo sólo, ¿cómo es la vida no?, recuerdo hace 3 años que un 24 de diciembre, mi ex esposa toda moderada y calmada salvó esa noche, pues yo llegué del trabajo cansado y de mal humor y mi hija había tomado unos documentos que tenía en mi escritorio, lo usó para hacer un sobre, lo cerró y me lo entregó cuando llegué, me contengo y abro la carta, no había absolutamente nada, estallo en cólera y le digo ¿Por qué hiciste esto?, arruinaste mis documentos y encima en el sobre no hay nada, me retiro de la sala y me voy al dormitorio totalmente enojado, mi esposa quien vio todo, consuela a mi hija y luego viene al dormitorio y me dice: no reniegues en vano, es navidad, sabes no pensé que esos papeles eran importantes para ti, nuestra hijo me entregó el sobre y me dijo: mami, mami pongamos aquí muchos besitos, abrazos y cariñitos para papá, hicimos eso y cerramos el sobre, lo siento no queríamos causarte un mal momento. De repente mi cólera se transforma en llanto y frustración, recién ahora me doy cuenta que eso era una señal, que si no cambiaba mi forma de ser, mi carácter, mi orgullo, iba a perder a quienes me amaban en ese momento, abrazo a mi esposa y corro en busca de mi hija quien todavía lloraba, la abrazo le pido perdón de todas las maneras que pudieran imaginar, que momentos aquellos, cuanto quisiera retroceder el tiempo.

Tocan la puerta y regreso al presente, nuevamente me veo sólo, eran mis vecinos, me desean feliz navidad, correspondo al saludo me invitan a cenar con ellos pero no acepto, ya quería estar sólo, me acuesto con lágrimas en los ojos y llamo por teléfono a mi ex esposa, le pido perdón, perdón por todo, por no respetar las promesas que le hice, ya es tarde, pero al menos quería que supiera que estaba arrepentido, le deseo lo mejor con su nueva vida, ella me responde - llorando - que me entiende, que no tiene una nueva vida, que aquel hombre que contestó era su tío, me dice que mis hijas y ella me extrañan, que siempre estarán ahí y que nunca me olvidarán, nos despedimos con un beso "telefónico" y una esperanza reconciliadora, vuelvo a dormir.”

Suena mi teléfono y despierto de improviso de aquel extraño sueño, me veo otra vez en el espejo y soy yo nuevamente, con mis 31 años y soltero sin familia propia, comprendo que todo fue un sueño, veo mi teléfono y es el número de mi amigo, si aquel que me llamó a la 1 y 50 am. Lo noto más alegre, cambiado, me dice gracias, justo cuando terminamos de hablar tocó mi puerta mis hijos y mi ex esposa, me vinieron a visitar y ahora estamos cenando por navidad, tenías razón Jesús siempre estuvo conmigo y me dio el valor de pedirles perdón por todas mis faltas y ahora me recompensa con toda mi familia a mi lado, gracias de verdad. No tengo respuesta, solo atino a decirle: felicidades amigo pásala bien y no desperdicies esta nueva oportunidad, en silencio pienso y me digo, como no hubo alguien que me dijera lo mismo a mí, pero bueno es tarde para reflexiones bizantinas.

Ya estamos cerca del 25 de diciembre y aprovecho estas líneas para desearles a todos una Feliz Navidad, y recordarles que valoren siempre lo que tienen en la vida, la familia, la pareja, los amigos, todo, uno nunca sabe hasta cuándo podrá tenerlos ahí cerca, yo por mi parte aquí en la soledad de mi habitación escribiendo este artículo, en una soledad indescriptible, trato de aferrarme a los buenos momentos que he tenido en mi vida, sólo con ellos logro sopesar la tristeza de mi corazón, nuevamente Feliz Navidad a todos y a las personas que alguna vez sufrieron mi arruinada forma de ser les pido perdón por todo, recién comprendo cosas que antes no quería ver.

Saludos a todos y cuídense mucho, si tienen alguien a quien pedirle perdón, aprovechen el día de hoy, llámenlos o visítenlos, el orgullo a veces hay que sacrificarlo, quizá para mí ya es tarde pero para ustedes aun no, estoy seguro que sus vidas mejorarán y serán más felices, no olviden pedir perdón a Jesús también eh, si logran hacerlo y si les fue bien no duden en contármelo, escriban sus comentarios o envíenme algún mensaje.”

FELIZ NAVIDAD!!!

POR:

FREDY COPARI